“Ver el mundo de flores con el perdón” es una frase hermosa y poética. Evoca la idea de mirar la vida con una perspectiva de paz, compasión y belleza. El perdón, en este caso, sería como una lente que transforma el mundo en algo más puro y lleno de armonía, como un campo de flores.Eliminar el odio no es fácil, pero sí es posible. Aquí te dejo algunos caminos que pueden ayudarte:Reconocer el odio: El primer paso es darte cuenta de lo que sientes. El odio suele ser una reacción a un dolor más profundo: miedo, tristeza, traición, humillación…Identificar la raíz: Pregúntate ¿de dónde viene esto? ¿Qué o quién te hizo daño? ¿Te sentiste injustamente tratado? ¿Es algo que arrastras del pasado?Aceptar y sentir: No reprimas lo que sientes. Sentir odio no te hace una mala persona. Permítete procesar lo que sientes sin actuar desde ahí.Buscar comprensión: A veces, entender al otro no significa justificarlo, pero sí puede ayudarte a soltar. La empatía debilita el odio.Trabajar el perdón (si puedes): Perdonar no es olvidar, ni aceptar el daño. Es liberarte del peso que el odio te pone encima. A veces se empieza por perdonarte a ti mismo.Transformar la energía: Canaliza ese sentimiento en algo constructivo. Arte, ejercicio, escribir, ayudar a otros… conviértelo en fuerza.Rodearte de calma: Busca entornos y personas que te nutran, no que alimenten el rencor.Terapia o acompañamiento emocional: A veces el odio es demasiado profundo para manejarlo solo. Hablarlo con un profesional puede marcar la diferencia